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Cambio climático multiplicaría malaria en Colombia
12 marzo, 2014

 

malaria

Cada año, entre 120.000 y 140.000 colombianos son picados por mosquitos del género Anopheles y resultan infectados con el parásito que produce la malaria. Si el número de víctimas no es mayor, se debe a que una parte importante de la población colombiana vive por encima de los 700 metros sobre el nivel del mar, una altitud a partir de la cual las condiciones climáticas dejan de ser aptas para la reproducción del mosquito y del parásito.

Pero la historia de la malaria podría variar radicalmente en las próximas décadas por cuenta del cambio climático. De acuerdo con un estudio publicado esta semana en la revista Science, el aumento gradual de la temperatura provocaría una expansión geográfica de la enfermedad y afectaría a miles de personas que hoy están a salvo por vivir en zonas montañosas.

La investigación, en la que participaron investigadores colombianos, consistió en comparar datos de la enfermedad y las dinámicas del clima en 124 municipios de Antioquia y 159 unidades administrativas de la región Debre Zeit, en Etiopía.

Hoy, unos 25 millones de colombianos están en riesgo de padecer la enfermedad. En el futuro, hasta el 80% de la población colombiana lo estaría. Ciudades como Medellín y Bucaramanga podrían convertirse en focos de malaria. En el caso de Kenia, se calcula que por cada grado Celsius que aumente la temperatura se producirían unos 410.000 nuevos casos.

Daniel Ruiz Carrascal, coautor del estudio e investigador de la Escuela de Ingeniería de Antioquia, explica que, en lo que corresponde a Colombia, el primer paso del trabajo consistió en tomar los datos de temperaturas de estaciones climatológicas del área andina. Luego contaron el número de días por año en que la temperatura promedio superó tres umbrales: 16, 18 y 21,5 grados Celsius.

Esto, explica Ruiz, era importante porque por debajo de 16 °C el parásito no se puede reproducir dentro del mosquito y a 18 °C se reproduce tan lento que los mosquitos suelen morir antes de que esto ocurra. Sólo por encima de 21,5 °C el parásito y el mosquito encuentran las condiciones ideales para reproducirse y transmitir la enfermedad.

Lo que encontraron es que cada año hay más días con temperaturas por encima de 21,5 °C. Mientras en 1950 el promedio era de 50 días, hoy esa cifra ha subido hasta 150. “Cada vez son más los días con temperaturas favorables para que haya reproducción satisfactoria del parásito”, concluye el investigador.

Después de establecer estos patrones climáticos tanto en Colombia como en Kenia, los investigadores analizaron cómo se ha expandido la malaria durante los años más cálidos de esa serie histórica.

Mercedes Pascual, investigadora de la Universidad de Michigan, le explicó a El Espectador que hasta ahora había resultado difícil para los científicos ponerse de acuerdo respecto a los impactos que tendría el cambio climático sobre la dinámica de enfermedades transmitidas por vectores. “La malaria es una enfermedad multifactorial. No sólo depende de cambios de temperatura sino de otros factores, como la resistencia del parásito a la medicación, el tamaño de las poblaciones, el uso de la tierra y las condiciones económicas, entre otras”, explicó la investigadora.

El valor del estudio que ella y sus colegas de Colombia y Kenia publicaron esta semana es que aporta pruebas claras de esta relación. “Al final del artículo planteamos que es importante tomar medidas para planear efectivamente las intervenciones de control de la enfermedad, mantener esos esfuerzos en el tiempo y monitorear mucho mejor estas regiones”, anotó Pascual.

 

Fuente: El Espectador

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