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Fragmentación del hábitat amenaza especies
28 enero, 2015

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 El drenaje de humedales para potreros, el levantamiento de construcciones urbanas, la densidad de la población en Colombia, la deforestación y la fragmentación del hábitat son algunos de los factores causantes de pérdida biológica.

 

Se habla de deterioro del hábitat cuando ocurre una modificación extrema en un área natural, que impide que las especies que la habitan encuentran las condiciones necesarias para su supervivencia y reproducción, situación que las pone en riesgo de desaparecer.

 

Muchos de los humedales del altiplano cundiboyacense, por ejemplo, han sido drenados para ser convertidos en potreros y para el levantamiento de zonas urbanas. Esta situación llevó al pato zambullidor bogotano a extinguirse; también ocasionó la destrucción de la vegetación sumergida, donde este pato encontraba los artrópodos que hacían parte de su alimento.

 

Fue observado por última vez en el lago de Tota en 1997 y hoy hace parte de las especies extintas del país.

 

Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 13 millones de hectáreas son deforestadas al año, a nivel mundial.

 

Orlando Rangel, del Grupo de Investigación en Biodiversidad y Conservación del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la U.N., asegura que en Colombia, para el 2013, la cifra de deforestación sobrepasa las 400.00 hectáreas.

 

Las áreas deforestadas se han transformado principalmente en coberturas de pastos (56 %) y en áreas agrícolas (10 %). En ocasiones, las zonas de alta diversidad biológica son las que resultan más afectadas.

 

El ABC de la Biodiversidad, publicación de la Facultad de Ciencias de la U.N. y el Jardín Botánico José Celestino Mutis, indica que la densidad poblacional humana en Colombia es uno de los factores más importantes asociados a la deforestación. Así, por ejemplo, en un 3,73 % se estima la tasa de deforestación anual en áreas de alto crecimiento en Putumayo. En La Macarena esta cifra equivale al 0,97 %, mientras que en territorios indígenas poco poblados de estas mismas zonas, el índice es de 0,31 % y 0,23 %, respectivamente.

 

La fragmentación del hábitat es un factor que trae muchos efectos físicos, entre ellos, los cambios en los regímenes microclimáticos y en la estructura de los paisajes.

 

Esta fragmentación incluye repercusiones biológicas que excluyen algunas especies, aíslan poblaciones, facilitan la invasión de especies exóticas y alteran las interacciones entre especies de relación planta-animal.

 

Asimismo, especies que han quedado aisladas en fragmentos  muestran diferentes estrategias demográficas. Es el caso del lagartoAnolis heterodermus, un reptil que habita la sabana de Bogotá y que presenta un crecimiento más lento y madurez tardía en hábitats de fragmentos pequeños, mientras que en los más grandes, su crecimiento y edad reproductiva son más rápidos.

 

Fuente: Agencia de Noticias Universidad Nacional

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