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Sistemas de salud y científicos, desconectados ante amenazas cambio climático
20 octubre, 2014

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La ausencia de complicidad entre los profesionales de la sanidad y los climatólogos dificulta la toma de decisiones en relación a los impactos del cambio climático en la salud, entre ellos la emergencia de las enfermedades infecciosas en zonas no endémicas, afirma a EFE la investigadora Rachel Lowe.

 

“La comunidad científica lleva años diciendo y probando que el cambio climático es un hecho demostrado” y que no se pueden negar sus efectos sobre la salud, afirma Lowe, responsable del grupo de servicios climáticos para la salud en la Unidad de Dinámica e Impactos del Clima del Instituto Catalán de Ciencias del Clima, liderada por Xavier Rodó.

 

De hecho el ser humano sabe desde hace mucho tiempo que las condiciones climáticas afectan a las enfermedades epidémicas: los aristócratas romanos se retiraban en verano a sus casas de campo en las colinas para evitar la malaria y los habitantes del sur de Asia descubrieron pronto que, en pleno periodo estival, las comidas fuertemente sazonadas con curry producían menos diarreas.

 

La investigadora Lowe, invitada por la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca a asistir en septiembre pasado a una reunión sobre el diseño y aplicación de modelos para predecir epidemias de dengue, admite que existe un “vacío” entre los usuarios de este tipo de información (sistemas de salud) y quienes la proveen (climatólogos).

 

“A veces, ni siquiera está reconocido cómo el clima podría ayudar a predecir enfermedades y apoyar decisiones de salud pública. Es necesario aumentar la capacitación y la colaboración” entre ambos campos.

 

Por un lado, los climatólogos deben conocer las necesidades del sistema sanitario y demostrar que sus modelos son valiosos para la toma de decisiones y, por otro, los sanitarios han de explicar sus prioridades a la hora de afrontar y controlar brotes o posible introducción de enfermedades infecciosas.

 

Patologías infecciosas y cambio climático

 

El último informe del Panel Internacional de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC) confirma que este fenómeno global propiciará la propagación de los vectores de ciertas enfermedades, como el dengue o la malaria en regiones tradicionalmente no endémicas.

 

Además, subraya Lowe, hay que tomar en cuenta los efectos indirectos del cambio climático sobre las enfermedades infecciosas: impactos en la producción agrícola y, por tanto, en la nutrición humana, y las migraciones o desplazamientos de poblaciones, cada vez más frecuentes desde países del cinturón tropical.

 

La investigación que está llevando a cabo el departamento de la científica busca cuantificar la variación en las patologías infecciosas causadas por el clima, especialmente en regiones con poblaciones vulnerables que sufren enfermedades sensibles al clima.

 

“La idea principal es aglutinar en los modelos todos los otros factores que puedan modificar o contribuir al riesgo, entre otros, movilidad de poblaciones, características socio-económicas, acceso a servicios de salud o uso del suelo”.

 

Como resultado, los modelos se pueden usar para predecir a corto o a largo plazo (mensual, estacional o decenal) cómo el cambio climático puede modificar la distribución geográfica del riesgo de las enfermedades en el futuro.

 

Malaria, dengue y chikungunya

 

Además del ébola, una patología que no está en la categoría de enfermedades sensibles al clima, entre las principales enfermedades infecciosas sí condicionadas por el factor climático figuran la malaria, el chikungunya y el dengue.

 

En este último caso, el 2013 fue uno de los años más epidémicos en la historia del continente americano, con más de 2,3 millones de casos, 37.705 casos graves y 1.289 muertes, frente a los 517.617 casos reportados en 2003.

 

Por otro lado, Lowe comprende la alarma social generada por la auxiliar de clínica contagiada por el ébola, Teresa Romero.

 

“Depende de los medios de comunicación y la forma de transmitir los hechos. La sociedad quiere confiar en que los sistemas que saluden países no endémicos estén 100% preparados; es importante que la población reciba instrucciones de cómo prevenir (en caso de viajar a países donde la enfermedad es epidémica), reconocer y actuar ante una exposición potencial de la enfermedad”.

 

Fuente: Agencia EFE

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