Una fuerte granizada logró suspender el partido de fútbol entre los países Bélgica y Túnez el pasado 7 de junio.
La tormenta de granizo dejó prácticamente el campo color blanco, El árbitro húngaro Viktor Kassai interrumpió el juego y envió a los jugadores al vestuario para evitar cualquier peligro con la caída de piedras de granizo de importante magnitud que pudieran lastimar a los futbolistas.
Las piedras de granizo incluso dañaron la portería defendida por el equipo de Túnez.
Fuente: El Espectador
Crédito video: Sport