El Ártico se derrite, y la desaparición del hielo trae algo más que el aumento del nivel del mar o la transformación de los ecosistemas. Son numerosos los problemas de polución marina y ambiental que conlleva esta merma glacial lenta, constante e irreversible.
Los grandes bloques de hielo guardan regalos envenenados para el océano y la atmósfera que significan más y más polución: además de los millones de toneladas de metano que se liberan a la atmósfera, ahora sabemos que también hay trillones de partículas plásticas o microplásticos que ensuciarán los océanos.
Ese deshielo del polo Norte devolverá a los océanos enormes cantidades de residuos acumulados durante las últimas décadas, de acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista Earth’s Future que muestra que son mucho mayores de lo que se creía.
Residuos en el hielo superficial
El capas superficiales de hielo han estado reteniendo durante décadas esta polución, que consiste en microplásticos y otros materiales artificiales. Lógicamente, al derretirse, el mar recibirá esa ingente contaminación provocada doblemente por el ser humano, pues no sólo la ha generado, sino que ahora vuelve a ponerse en circulación a consecuencia del cambio climático, un problema cuya autoría también le pertenece.
Fuente: www.ecologiaverde.com
