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La humedad de la Tierra será plasmada en un mapa mundial
26 enero, 2015

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La humedad del suelo en el mundo se determinará a través del satélite SMAP, que entrará en órbita el próximo día 29, todo ello como parte de un proyecto conjunto entre la NASA y la Universidad de Salamanca (USAL).

 

Según ha asegurado hoy en rueda de prensa el profesor José Martínez Fernández, director del Grupo de Recursos Hídricos de la Universidad de Salamanca, con esta misión científica se pretende “medir la humedad del suelo a escala planetaria”, algo que en su opinión es pionero ya que hasta ahora no se había hecho de forma concreta para el suelo.

 

Este profesor ha revelado que la colaboración de su grupo de trabajo, de la Universidad de Salamanca, consistirá en calibrar y validar los datos que envíe el satélite SMAP (Soil Moistura Active Passive).

 

“Nuestra labor consistirá en medir sobre el terreno de la misma variable que mida el satélite desde el espacio y contrastar la información recibida con la real registrada por nosotros en la estación”, ha agregado.Este grupo de trabajo de la Universidad de Salamanca, conocido como Hidrus -Grupo de Recursos Hídricos-, tiene ya una red permanente de estaciones para medición del suelo y que está ubicada en la comarca de La Guareña, en Zamora.La red de Hidrus ha sido seleccionada como una de las áreas de trabajo de la futura misión científica, aunque no es la primera vez que colabora con la NASA o con la Agencia Espacial Europea.

 

Un mapa para calibrar riesgos naturales

 

El principal objetivo de la SMAP, que tiene una duración prevista de tres años, consiste en“proporcionar a la comunidad científica un preciso mapa de la humedad y de los recursos hídricos del planeta con múltiples aplicaciones para la investigación en el campo de la climatología, la agricultura, la meteorología o los riesgos naturales”.

 

Sin embargo, estas aplicaciones no serían utilizables por los particulares -fundamentalmente“los agricultores”, según el profesor José Martínez-, hasta un periodo que comenzaría dentro de cuatro años, aunque eso estaría “en función de la voluntad política de hacer prácticos los datos que la comunidad científica aporte”.La diferencia de este satélite respecto a otros que han trabajado también aspectos medioambientales radica en que será “el primero que será enviado al espacio para medir, como finalidad exclusiva, el agua que hay en el suelo”.

 

Fuente: Agencia EFE

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