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Polémica por la recolección de agua lluvia en Bogotá
18 septiembre, 2014
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Imagen: Vía Twitter: @c2mariac

 

Un aguacero en Bogotá puede provocar entre 40 a 60 emergencias por inundación. La cifra fue expuesta por el Instituto Distrital de Gestión del Riesgo y Cambio Climático (IDIGER) para demostrar que el empozamiento de aguas lluvias no es un problema menor. Su atención se ha fijado en los diluvios de la ciudad por un decreto que el alcalde Gustavo Petro firmará en los próximos días y que establece, entre otras cosas, que el Instituto será la entidad encargada de implementar un sistema urbano de drenaje pluvial sostenible.

 

Crear un sistema urbano de drenaje implica resolver unas preguntas alrededor de la lluvia: cómo y en dónde almacenarla, qué usos alternativos puede tener. Actualmente, la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) es responsable de prevenir las inundaciones. Cuando llueve, el agua pasa por 82 canales con una longitud de 172 km y 73 quebradas con una longitud de 150 km que son vigiladas y mantenidas por la EAAB. Sin embargo, para Javier Pava, director del IDIGER, este manejo no es suficiente: “El Acueducto ha sido muy eficiente, pero el sistema de alcantarillado fluvial se está saturando y es necesario pensar en un nuevo modelo. No se debe pensar solamente en cómo evacuar las lluvias sino en una política de retención de aguas. Con el cambio climático, los patrones de riesgo serán más complejos y frecuentes, por eso hemos propuesto un modelo en donde las aguas lluvias puedan ser utilizadas”.

 

Dentro de las alternativas para utilizar las aguas pluviales está el riego de jardines, las fuentes de agua en plazas públicas, los techos verdes, el suministro de agua para sanitarios y el lavado de vehículos. Pava argumenta que desde abril de este año, cuando el antiguo FOPAE se convirtió en el IDIGER, su equipo de trabajo ha estudio el tema con profundidad: “Las recolección agua lluvia no es un tema de servicios públicos. Va más allá: está relacionado con la renaturalización y mantenimiento quebradas, la reubicación de familias que habitan en canales, la construcción de estructuras complementarias para almacenar el agua. Hacia allá avanzan las ciudades más importantes de Brasil mientras que en Bogotá no se ha avanzado”.

 

Para demostrar que es posible, Pava habló sobre el centro comercial Titán Plaza, que utiliza cerca de 17 mil metros cúbicos mensuales de aguas lluvias tratada. Además, el IDEGER ha identificado tres factores que generan inundaciones en la ciudad y que se podrían prevenir: “La capacidad de evacuación de aguas lluvia no es suficiente; el sistema de drenaje actual presenta problemas por la obstrucción de residuos sólidos y basuras. El segundo problema está relacionado con el reflujo de aguas pluviales: cuando se presentaron inundaciones en 2010 y 2011 las aguas fueron evacuadas por el canal Cundinamarca hasta la estación de bombeo de Gibraltar, ésta no pudo evacuarlas y se devolvieron por los canales y por el sistema de drenaje, inundando toda la ciudad. Un tercer problema a resolver es la recuperación de las condiciones naturales de las quebradas. Actualmente presentan un deterioro muy alto por minería, construcción de viviendas y residuos sólidos: esto genera empozamientos y el agua se devuelve al sistema de drenaje”, dijo Pava.

 

Con el nuevo decreto, el IDIGER sería el responsable de recuperar 40 hectáreas de humedales (en 1940 los humedales de la ciudad sumaban 50.00 hectáreas, hoy quedan 697,53), rescatar 520 hectáreas en suelo de protección, poner en marcha un plan regional y distrital frente al cambio climático e implementar un sistema urbano pluvial de drenaje sostenible en ocho parques de escala zonal y en separadores de malla vial.

 

La Empresa de Acueducto prefiere no referirse al cambio de tareas “hasta que el alcalde firme el decreto”. Señaló, sin embargo, que anualmente se invierten $20 mil millones en el mantenimiento de canales y quebradas. No obstante, en defensa de esta empresa se pronunció el sindicato de trabajadores de del Acueducto (Simtraemsdes): “El alcalde Petro estaría cometiendo una ilegalidad si firma el decreto. El IDIGER no está capacitado para realizar esta tarea, nuestra empresa ha ejecutado estos procesos por más de 120 años y el alcantarillado pluvial está considerado como un servicio público domiciliario. El Acuerdo 546, mediante el que se crea el IDIGER, dice expresamente que no podrá ocuparse de tareas que han sido asignadas a otras entidades”, le dijo a El Espectador Orlando Quiroga, líder sindical de la empresa.

 

En efecto, el parágrafo 2 del acuerdo mencionado señala que “el Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático no podrá ejercer funciones de otras entidades integrantes del sistema, salvo de manera temporal en casos excepcionales de inminente riesgo, desastre y/o calamidad que no puedan ser atendidas de manera inmediata”. Además, los representantes de Simtraemsdes temen que los 400 funcionarios que están desempeñando funciones relacionadas con los procesos de alcantarillado pluvial pierdan su trabajo.

 

De acuerdo con el sindicato, La EAAB dejaría de recibir anualmente $304 mil millones por transferir el mantenimiento del alcantarillado pluvial al IDIGER. “Se debe tener en cuenta que si se excluye el alcantarillado pluvial de la estructura tarifaria, se debe garantizar la fuente financiera para cubrir no sólo los costos de inversión, sino también los costos de operación, los costos de mantenimiento y las deudas de la empresa asociadas a las inversiones de alcantarillado pluvial”, puntualizó el sindicato.

 

Fuente: El Espectador

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