La ciencia y la tecnología juntas son las únicas capaces de hacer realidad proyectos que hasta la fecha jamás nos habíamos podido imaginar que fueran posibles. El mundo tiene una alta dependencia a los combustibles fósiles y eso representa un problema ya no solo para el medio ambiente sino también para el crecimiento futuro, ya que son recursos que tarde o temprano terminaran por agotarse.
Lo cierto es que los avances en materia aeronáutica son espectaculares y muy prometedores. De hecho, ya es posible volar sin consumir absolutamente nada combustible, solamente es necesaria una fuente de energía alternativa como el sol. Se han fabricado con éxito aviones capaces de volar por medio exclusivamente de la energía solar, incluso con vuelos simulados de hasta 72 horas ininterrumpidas.
Aquí es donde entra de lleno el proyecto Solar Impulse, un prototipo de 64 metros de envergadura cuyas alas están cubiertas por células fotovoltaicas que captan y almacenan la energía solar y permiten a la nave mantenerse en vuelo durante el día y la noche. El proyecto de innovación es de lo más ambicioso, tanto que sus responsables han planeado realizar en marzo de 2015 una vuelta al mundo con este aparato.
Fuente: cienciados.com
